En lo que respecta a la juventud, el paro en los menores de 25 años disminuye en el último año en 24.075 personas (-5,8%). En cuanto a los extranjeros, hay 518.566 desempleados. Normalmente estos dos colectivos son los que más suelen sufrir la contratación precaria, con sueldos y condiciones miserables.
No obstante, en contraposición con los datos de bajada del paro tenemos cifras alarmantes de explotación debido a la crisis de sobreproducción que sigue vigente en el Estado Español y la UE: Según una encuesta de la EPA, 837.000 trabajadores y trabajadoras en España trabajan únicamente una hora a la semana, es decir, trabajos de contratación ridícula en los que es imposible tener una estabilidad laboral y salario dignos. Según dicha encuesta también más de 1 millón de trabajadores/as lo hacen un día a la semana. Es decir, las horas de trabajo se reparten entre más personas, por lo cual el paro baja a la vez que la precariedad sube. Por poner un ejemplo, si se destruye un empleo de 40 horas pagado a 1.000€ mensuales netos y se crean 2 empleos de 10 horas cada uno a 200€, cuenta como creación neta de un empleo.
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