Putin apuesta por el fin de las hostilidades en Ucrania y el cumplimiento del acuerdo de Minsk

El presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin declaró ayer que se debía de establecer ya la línea de separación en el este de Ucrania para poner fin a las hostilidades, cumpliendo así lo que se acordó en Minsk con otros líderes europeos y Petro Poroshenko.

Poroshenko y Putin en el aniversario del desembarco de Normandía

El mandatario ruso apostó por el fin de la crisis de Ucrania basándose en los acuerdos de Minsk que según Putin "lamentablemente ninguno de los dos bandos -antifascista y proucraniano- cumplen". Declaró este viernes que la línea que separe las repúblicas autogobernadas y Ucrania "debe ser definitiva y respetarse, hará posible poner fin a las hostilidades y la muerte de personas inocentes".

Admitió además que los ánimos del gobierno ucraniano (que no tiene interés en perder una zona que aporta gran parte de sus recursos) para negociar la autonomía del Donbass son un paso "en el sentido correcto."

El conflicto en el Donbass lleva más de 3.000 civiles y milicianos muertos a manos del ejército ucraniano en las repúblicas de Donetsk y Lugansk. Preocupan también los desplazamientos masivos de población, que continúan. Más de 2.800.000 ciudadanos/as del Donbass cruzaron desde la invasión militar de Kiev la frontera de la Federación Rusa y unos 900.000 ucranianos/as refugiados emigraron forzosamente también al país vecino.

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