Según fuentes nacionales, el debate dentro de la cámara se alargó durante casi 10h, polarizándose entre quienes pedían la cancelación de todo tipo de derecho a la adopción para la comunidad gay colombiana, y quienes por el contrario abogaban por la total libertad de adopción. Ante tal división, el tribunal constitucional decidió permanecer entre dos aguas y mantener la actual legislación, que avala la adopción del hijo biológico del cónyuge homosexual.
Sin embargo, la escasa diferencia de votos (4 a favor de la liberalización, 5 en contra) por parte de la Corte Constitucional mantiene las expectativas del movimiento por los derechos LGBT+ de los estados latinoamericanos, que ve cada vez más próximo el cambio a una legislación mas favorable similar a la de países como Argentina o Brasil. No obstante, la negativa de la Constitucional sigue siendo a ojos de gran parte de la ciudadanía colombiana una derrota inexplicable, dados los avances en terreno LGTB+ que se han llevado a cabo en los últimos años. Sin embargo, la presión de la iglesia católica y la derecha conservadora ha conseguido imponerse una vez más sobre la voluntad ciudadana, presionando a la corte para frenar el avance de los derechos de las personas no-heterosexuales .
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